miércoles, 3 de marzo de 2021

10 películas de Netflix para educar en valores

 

10 películas de Netflix para educar en valores




Recientemente, he visto estas 10 películas en Netflix que nos permiten abordar distintos valores con nuestros alumnos. Para acceder a las películas, haced clic en el título de cada una de ellas. ¡Espero que os gusten! ¿Cuál añadiríais vosotros?

1. El médico africano: un brillante médico congoleño logra escapar felizmente de la dictadura y se traslada con su familia en un pueblecito francés donde todas sufrirán el choque cultural.


2. El niño que domó el viento: un niño de 13 años se inspira en un libro de ciencias para construir una turbina de viento y salvar de la hambruna a su pueblo en Malawi. Basada en hechos reales.


3. Mala hierba: un estafador de poca monta con un pasado difícil que opera con su madre adoptiva se hace cargo de un grupo de estudiantes problemáticos que lo cambiarán todo.




4. El buen Sam: una curiosa periodista encuentra el amor mientras investiga la historia de un misterioso personaje que deja bolsas de dinero en casas ajenas por toda Nueva York.


5. El indomable Will Hunting: cuando unos profesores del MIT se dan cuenta de que un bedel es un genio de las matemáticas, un terapeuta ayudará al joven a afrontar los demonios que le reprimen. 




6. Wonder: un chico con una cara distinta nunca ha ido a la escuela porque lo educaron en casa. Ahora ha llegado el momento de salir ahí fuera y hacer amigos en su nueva clase.


7. Juego de honor: Ken Carter, un entrenador de baloncesto polémico, antepone los estudios al deporte y, dado el bajo rendimiento académico del equipo, suspende los próximos partidos.


8. The bad kids: un grupo de profesores de un instituto en el desierto de Mojave defienden un enfoque poco convencional para ayudar a estudiantes con problemas.


9. Billy Elliot: un chico cambia sus clases de boxeo por las de ballet, pasión que quiere llevar hasta el final, pero su padre no lo ve con buenos ojos.


10. El ascenso: un joven parisino de origen senegalés decide escalar el Everest para impresionar a la mujer que ama.

10 herramientas para organizar el trabajo en equipo

 

Aquí os dejo 10 herramientas muy interesantes para organizar el trabajo en equipo. Haced clic en cada una para acceder a ellas.

1. Trello

2. Asana

3. Slack

4. IdeaFlip

5. Evernote

6. Hibox

7. Do it tomorrow

8. Nozbe

9. Mindmeister

10. Symbaloo

Aquí os dejo 7 herramientas TIC útiles para crear nuestras propias rúbricas:

 Aquí os dejo 7 herramientas TIC útiles para crear nuestras propias rúbricas:

1. Rubistar

2. Additio

3. Rubric Maker

4. ERubrica

5. iRubric

6. CoRubric

7. Evalcomix

Taxonomía de Bloom

 En 1956 un grupo de pedagogos encabezado por Benjamin Bloom publicó un trabajo al que denominaron “Taxonomía de objetivos educacionales”, en el cual se estableció una jerarquía de conocimientos que cualquier alumno pudiera lograr en las distintas materias o asignaturas. Dicha taxonomía establece seis niveles con una gradualidad creciente. Cada nivel requiere que el alumno haya alcanzado los niveles anteriores. El equipo de Benjamin Bloom jerarquizaba el ámbito congnitivo de la siguiente forma: Conocimiento, comprensión, aplicación, análisis, síntesis y evaluación.  Aquí podemos verla en una imagen:

Taxonomía de Bloom
Taxonomía de Bloom

Con el transcurrir del tiempo, la taxonomía ha sido objeto de revisiones, entre ellas es preciso señalar la realizada en el año 2001 por parte de Lorin Anderson y David R. Krathwohl antiguos alumnos del propio Bloom para mejorarla y adaptarla a los nuevos tiempos. Sustituyeron los sustantivos por verbos y quedó de la siguiente manera:

Taxonomía de Bloom revisada
Taxonomía de Bloom revisada por Anderson y Krathwohl (2001)

¿PARA QUÉ SIRVE LA TAXONOMÍA DE BLOOM?

A continuación te presentamos tres situaciones en las que la taxonomía de Bloom te puede ser de gran utilidad.

  • La taxonomía de Bloom es útil para redactar objetivos de aprendizaje: un objetivo de aprendizaje es una afirmación que expresa de manera clara lo que el alumno debe demostrar al terminar una etapa o periodo de aprendizaje. Esto como consecuencia de ciertas actividades didácticas, dichas afirmaciones deben ser observables, medibles y evaluables, para redactarlos los docentes pueden apoyarse con los verbos de la taxonomía de Bloom.

¿Cómo redactar objetivos de aprendizaje?

  1. Escribe un verbo en presente subjuntivo (puedes guiarte con la tabla de verbos de la taxonomía de Bloom).
  2. Redacta la acción, ésta debe ir en concordancia con el tema o contenido que vayas a ver en clase.
  3. Indica través de qué, cómo o mediante qué van a realizar la acción.
  4. Finalmente incluye la finalidad o lo que esperas con todo lo anterior.
Ejemplo de redacción de un objetivo de aprendizaje
  • La taxonomía de  Bloom sirve al momento de redactar y diseñar las actividades en una secuencia didáctica: Cuando los docentes planifican, es recomendable que tengan en cuenta los niveles y verbos de la taxonomía de Bloom, asimismo mediante las actividades que diseñen, deben procurar que haya una gradualidad ascendente para que los alumnos avancen de nivel hasta conseguir llegar a los más altos.

¿Cómo redactar correctamente las actividades de aprendizaje en una secuencia didáctica?

  1. Verbo en infinitivo (Qué)
  2. Objeto de conocimiento (Cómo)
  3. Complemento (Con qué)
  4. Condición (Para qué)
Ejemplo de cómo redactar correctamente las actividades de aprendizaje
  • La taxonomía de Bloom es de gran utilidad para diseñar los  indicadores en los instrumentos de evaluación: Al momento de elegir un instrumento de evaluación suele seguirle la tarea de redactar los indicadores. Para su redacción pueden seguirse los siguientes pasos:

1. Iniciar con un verbo operativo, que sea observable, cuantificable y ejecutable, se sugiere utilizar verbos de la taxonomía de Benjamin Bloom.

Ejemplos de verbos útiles para diseñar indicadores en un instrumento de evaluación: analiza, desarrolla, demuestra, evalúa, construye, defiende, ejerce, sustenta, fundamenta, debate, define, aporta.

2.- Definir el contenido, tema, materia, aspecto sobre el cual se desarrolla la acción del verbo. Ejemplos: las obras teatrales, las figuras geométricas etc;

3.- Definir la calidad o nivel de exigencia en que ese verbo operativo debe ser ejecutado. Ejemplos: con claridad y fluidez, adecuadamente, pertinentemente, con precisión, con dominio, con argumentos, etc;

4.- Describir el contexto en el que se espera la acción, ya sea expresión de conceptos, procedimientos o actitudes. Ejemplos: frente al grupo, en equipo, en colaboración, en el patio escolar, frente a una audiencia, en casa, etc;

5.- Los indicadores deben ir en concordancia con los objetivos de aprendizaje o los aprendizajes esperados.

Ejemplo del diseño de un indicador para un instrumento de evaluación

jueves, 4 de febrero de 2021

¿Cómo diseñar una secuencia didáctica?

Uno de los aspectos fundamentales que un docente debe manejar en la práctica diaria es el diseño de secuencias didácticas que favorezcan el aprendizaje de los alumnos. Esta parte del quehacer docente requiere que se tomen en consideración tres elementos esenciales: las características de los alumnos, el contexto en el cuál se desarrolla la práctica y el plan de estudios vigente.

Entrando en materia, es importante que definamos lo que es una secuencia didáctica, Laura Frade la define así: “Es la serie de actividades que, articuladas entre sí en una situación didáctica, desarrollan la competencia del estudiante. Se caracterizan porque tienen un principio y un fin, son antecedentes con consecuentes” (Frade 2008).

Por su parte Sergio Tobón la señala como un “…conjunto articulado de actividades de aprendizaje y evaluación que con la mediación de un docente, buscan el logro de determinadas metas educativas, considerando una serie de recursos”. (Tobón, et. al. 2010).

ESTRUCTURA DE UNA SECUENCIA DIDÁCTICA

La elaboración de una secuencia didáctica debe concebirse como un proceso de planeación dinámica, donde todos los factores de la planeación se afectan entre sí. Su punto de inicio es la selección de un contenido del plan de estudios con el que se esté trabajando y la determinación de una intención de aprendizaje de ese contenido, ya sea ésta intención expresada en términos de objetivos, finalidades o propósitos.

La secuencia didáctica puede dividirse en fases, cada una de las cuales cumple funciones distintas en el proceso de enseñanza-aprendizaje y, por consiguiente, tiene características diferentes.  Son diversos los autores que comparten esta idea de proceso y de fases. Éstas son cíclicas ya que una vez preparado, impartido y evaluado un curso, una unidad didáctica o una clase, se planifica otra nueva que debe tener en cuenta el que se ha terminado.  

Las fases o momentos de una secuencia didáctica son, como todos sabemos, inicio, desarrollo y cierre.  Aquí te mostramos una tabla con los momentos, finalidades y la evaluación en una secuencia didáctica, la cuál te servirá como estructura guía para diseñar una propia:

inicio desarrollo y cierre de una clase
Estructura de una secuencia didáctica

FINALIDADES EN LA FASE DE INICIO

Aquí se busca centrar a los alumnos en el tema, esto puede ser mediante alguna técnica de animación. Posteriormente, es importante darle a conocer a los alumnos  el propósito del curso, proyecto, clase o lección. Otras finalidades del momento de inicio son el motivar a los estudiantes, dar a conocer los criterios de evaluación y, algo de suma importancia, dar una visión preliminar del tema para así rescatar los conocimientos previos que tienen de éste.

FINALIDADES EN LA FASE DE DESARROLLO

En esta fase los alumnos procesan la información, esto puede ser mediante material que hayan investigado o que haya sido provisto por el docente. De igual manera el docente pone en juego estrategias de enseñanza y promueve en los alumnos estrategias de aprendizaje (en entradas anteriores de este blog puedes saber más sobre las estrategias de enseñanza y aprendizaje ). Otras finalidades son el focalizar la atención y practicar ejercicios relacionados con el tema o contenido.

FINALIDADES EN LA FASE DE CIERRE

Revisar y resumir el tema o lección; transferir el aprendizaje, es decir relacionar los nuevos contenidos con las experiencias y conocimientos que tiene almacenados previamente en la memoria. Otras finalidades de ésta fase son demostrar lo aprendido así como realizar una retroalimentación para identificar avances y áreas de oportunidad.

Es oportuno señalar que la evaluación se realiza en los tres momentos o fases de una secuencia didáctica, ya que ésta debe ser permanente, para así poder recolectar información que nos permita realizar los ajustes pertinentes y dar un acompañamiento oportuno a los estudiantes.

En el inicio la evaluación es diagnóstica ya que nos permite conocer en qué grado se domina determinado aprendizaje antes de iniciar el trabajo con él.

En el desarrollo es formativa ya que nos orienta, a partir de los avances y las dificultades de los estudiantes durante el proceso de aprendizaje, sobre las decisiones que debemos tomar  y los ajustes necesarios que debemos realizar con el fin de alcanzar las metas de aprendizaje.

En el cierre es final o sumativa: Si es final se busca valorar la información recabada durante el inicio y en el desarrollo del proceso, para vincularla con la que arrojan los resultados del cierre, con el propósito de identificar en qué medida se cumplieron las metas establecidas al inicio. Y si es sumativa es para signar un valor numérico o alfanúmerico (calificación).

domingo, 22 de noviembre de 2020

TÉCNICAS Y ESTRATEGIAS PARA RECUPERAR Y MOVILIZAR LOS CONOCIMIENTOS PREVIOS

 


1.Actividad focal introductoria

Ejemplo: Un ejemplo de actividad focal introductoria para plantearse antes de tratar el tema de materiales conductores o aislantes consiste en envolver un trozo de hielo en papel aluminio y otro en un pedazo de tela gruesa (juzgado por ellos mismos como tela 11 caliente”) y animar a los aprendices a predecir cuál de ellos se derretirá primero y por qué creen que será así. Otro ejemplo, al estudiar el tema de flotación de cuerpos, consiste en utilizar distintos materiales con diferente densidad que propongan una experiencia” contraintuitiva” y pedir que predigan cuáles se hundirán y cuáles no, y que expongan sus hipótesis sobre las variables involucradas en la flotación de los cuerpos.

2. Discusión guiada

Ejemplo/ guía de aplicación:

-Tenga claros los objetivos de la discusión, así como hacia dónde quiere conducirla: activar y favorecer la compartición de conocimientos previos pertinentes que sirvan al aprendizaje de los nuevos contenidos.

-Inicie la discusión introduciendo de manera general la temática central del nuevo contenido de aprendizaje solicitando la participación de los alumnos sobre lo que saben de ésta. Anime a participar a una buena cantidad de alumnos, de manera que los otros escuchen y se involucren activamente.

– En la discusión, elabore preguntas abiertas que requieran más que una respuesta afirmativa o negativa. Dé tiempo para que los alumnos respondan.

– Participe en la discusión y modele la forma de hacer preguntas y dar respuestas.

-Maneje la discusión como un diálogo informal en un clima de respeto y apertura. Anime a que los alumnos también hagan preguntas sobre las respuestas escuchadas de sus compañeros.

-No deje que la discusión se demore demasiado ni que se disperse; la discusión debe ser breve, bien dirigida (sin que parezca que lo está haciendo) y participativa.

– La información previa pertinente que interesa activar y compartir, si se desea, puede anotarse en el pizarrón a la vista de los alumnos.

– Dé un cierre a la discusión resumiendo lo esencial; anime a los alumnos a que participen en el resumen y que hagan comentarios finales.

3. Actividad generadora de información previa

Ejempo/Guía de aplicación:

-Introduzca la temática de interés central.

-Pida a los alumnos que, sobre dicha temática, anoten todas o un número determinado de ideas (por ejemplo, 5 o 10) que conozcan en relación con ella. Los alumnos pueden participar en esta tarea de forma individual, en pequeños equipos o con el grupo completo. Incluso si los alumnos ya saben elaborar mapas conceptuales o algún tipo de representación gráfica conocida, se les solicita que elaboren uno con las ideas de la lista (especialmente cuando se realiza de forma individual o en grupos pequeños). Marque un tiempo limitado para la realización de la tarea.

-Pida a cada alumno o al grupo que lea sus listas (que escriba sus mapas, según sea el caso) de ideas o conceptos relacionados ante el grupo total, y anótelas en el pizarrón.

– Discuta la información recabada. Destaque la información más pertinente a la temática central y señale la información errónea (hay que poner atención aquí en las llamadas misconceptions o concepciones alternativas que los alumnos poseen) (Pozo, 1994).

-Recupere las ideas y origine una breve discusión; procure que vayan relacionadas con la información nueva por aprender (aquí puede ser útil un mapa conceptual construido por el docente). Puede terminar la actividad con el señalamiento del objetivo del episodio instruccional a seguir o animar a los alumnos a descubrirlo con su ayuda.

4. Objetivos o intenciones (enunciados que describen con claridad las actividades de aprendizaje y los efectos que se pretenden conseguir en el aprendizaje de los alumnos al finalizar una experiencia, sesión, episodio o ciclo escolar).

Ejemplo/Guía de aplicación:

-Cerciórese de que son formulados con claridad, señalando la actividad, los contenidos y! o los criterios de evaluación (enfatice cada uno de ellos según 10 que intente conseguir en los alumnos). Use un vocabulario apropiado para los aprendices y pida que éstos den su interpretación para verificar si es o no la correcta.

-Anime a los alumnos a aproximarse a los objetivos antes de iniciar cualquier actividad de enseñanza o de aprendizaje.

– Puede discutir el planteamiento (el porqué y para qué) o la formulación de los objetivos con sus alumnos, siempre que existan las condiciones para hacerlo.

– Cuando se trata de una clase, el objetivo puede ser enunciado verbalmente o presentarse en forma escrita. Esta última es más plausible que la primera, además es recomendable mantener presente el objetivo (en particular con los aprendices menos maduros) a lo largo de las actividades realizadas en clase.

-No enuncie demasiados objetivos, porque los alumnos pueden extraviarse o desear evitarlos antes que aproximarse a ellos. Es mejor uno o dos objetivos bien formulados sobre los aspectos cruciales de la situación de enseñanza (la generalidad de su formulación dependerá del tiempo instruccional que abarque), para que realmente orienten sus expectativas y los procesos cognitivos involucrados en el aprendizaje.

5. Analogías

Ejemplo: Los alumnos seleccionan un objeto próximo a él, un elemento de la naturaleza y un nombre abstracto que simbolice para ellos la tecnología. Posteriormente deben justificar sus elecciones.

6. Lluvia de ideas

Ejemplo: Los alumnos escriben en una hoja lo que saben respecto al crecimiento de la población mundial y después participan en la discusión de ideas dirigida por el profesor para reconocer y comparar con las de los compañeros.

7. Observación (usando lista de control)

Ejemplo: El alumno actúa en una situación específica, como leer silenciosamente durante 10 minutos, mientras el profesor registra, en una lista de control, aspectos de su comportamiento: se concentra con facilidad, consulta el diccionario, se detiene ante palabras complejas al leer, etc.

8. Mapa conceptual

Ejemplo: El alumno elabora un mapa conceptual del sistema nervioso: estructura, funciones, componentes principales.

9. Ruleta preguntona

Ejemplo: Los alumnos forman dos círculos uno interno y otro externo con la misma cantidad. Los estudiantes del círculo exterior miran hacia dentro, y las del interior hacia fuera, empiezan a girar los círculos en sentido contrario, y a una palmada del docente  se detienen, los alumnos que aparecen juntos se responderán uno a otro los cuestionamientos que realice el maestro. Al terminar la ronda de preguntas  se socializan las respuestas obtenidas.

10. Bingo

Ejemplo: Los estudiantes toman una hoja con preguntas (previamente diseñadas por el docente)  acerca de ideas previas que puedan tener sobre el tema que se va a trabajar. Entrevistan a diferentes compañeros empleando las preguntas de la hoja.  Quienes vayan terminando primero gritarán ¡bingo!

 Posteriormente los alumnos se reúnen en equipos, comparten la información recuperada y se retroalimentan. Un integrante de cada equipo comenta al resto de los compañeros las ideas más importantes que hayan recuperado.

CONCLUSIONES

Es importante siempre al inicio de una secuencia didáctica o al comenzar a trabajar un tema nuevo, el rescatar los conocimientos previos, ya que ello proveerá al docente de información valiosa para poder realizar adecuaciones o reforzar el diseño de sus actividades. Así mismo, es parte del fomento del aprendizaje significativo.

Tal vez te interese leer: ¿Cómo dar una clase? Consejos para preparar y dar una buena clase

Me gustaría cerrar con una frase de David Ausubel que sintetiza de manera elocuente lo propuesto en este artículo: “Si tuviese que reducir toda la psicología educativa a un sólo principio, enunciaría éste: el factor más importante que influye en el aprendizaje es lo que el alumno ya sabe. Averígüese esto y enséñese consecuentemente” (Ausubel, 1986).

¡Espero que la información te haya sido de utilidad!

Link de descarga gratuita: https://1drv.ms/w/s!AmvKaTCUGwAzhQDuyszWPquhqA3i

Referencias: Díaz Barriga Frida, Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Trillas (1997), México.